Tiamat es otra de esas bandas de la escena Doom o Gótica que ha experimentado una fuerte evolución a lo largo de sus años. Ello se debe en buena medida a que en realidad Tiamat viene a ser el nom de guerre de Johan Edlund, su vocalista y guitarrista, y el único miembro que ha permanecido constante dentro de la banda, por no decir que él ha sido quien ha cortado el pastel dentro de la misma. De esta manera, seguir la evolución de Tiamat implica seguir los avatares de Johan Edlund, desde que partieron a finales de la década de 1980 en una banda llamada...
...Treblinka en adelante, en la ciudad de Estocolmo. Treblinka era un olvidable y olvidado proyecto de Black Metal que al separarse en 1988, engendró a Tiamat de la alianza de dos de sus antiguos miembros, a saber, Johan Edlund y el bajista Jörgen Thullberg. Una nueva banda sueca acababa de nacer.
Su primer disco fue "Sumerian Cry" del año 1990, y su rasposo Black Metal yacería en el más profundo de los olvidos de no ser porque quienes lo parieron, después grabaron otras cosas más interesantes. Sus sucesores, "The Astral Sleep" y "Clouds", sin abandonar los estándares del Black Metal y Doom Metal de los 80s y principios de los 90s, se embarcan en ampliar su horizonte sónico y arrojan pistas sobre lo que Tiamat llegará a ser después. Es posible que parte importante de la evolución del sonido de Tiamat deba acreditársele a la labor del incombustible Waldemar Sorychta como productor a partir de "The Astral Sleep", disco en el cual colaboró también como guitarrista. No en balde, Sorychta fue el nombre detrás de numerosas grandes bandas de la década, incluyendo a Moonspell y Samael.
A partir de "Wildhoney" de 1994, es que Tiamat adquiere una identidad propia. Tiamat nunca dejó por completo de lado sus influencias por parte del Doom Metal, pero en este disco comenzó el viaje de exploración a través de la sicodelia de los 60s. Las letras empezaron también a evolucionar desde la clásica imaginería pagana o directamente satánica, hasta poemas crípticos y herméticos acerca de experiencias con las drogas y el mundo de las alucinaciones. No es raro que su siguiente disco "A Deeper Kind of Slumber", probablemente el mejor de la banda, rememore tanto el sonido ácido del Pink Floyd más lisérgico, sólo que un poco más cargado hacia el metal. En su conjunto, la etapa de estos dos discos es probablemente la más fértil de Tiamat, en términos creativos.
En la época del "A Deeper Kind of Slumber", Johan Edlund salió de Suecia y se radicó en Alemania, y a continuación se proclamó el único miembro permanente de Tiamat. Al mismo tiempo se rompió la rica asociación entre Waldemar Sorychta y Johan Edlund. El resultado fue un cambio en la dirección de la banda, que desde su mezcla de Doom Metal con sicodelia sesentera enfiló derecho hacia el rock gótico. En este minuto es que vendrían una tríada de discos que marcarían un profundo descenso en la calidad musical de Tiamat, a estas alturas del partido más bien The Johan Edlund Musical Project. "Skeleton Skeletron" de 1999 marcó la tendencia, y es el mejor disco de la tríada. Le siguieron "Judas Christ" y "Prey", que a diferencia del anterior, son perfectamente olvidables. Aún así, Johan Edlund no se atrevió a llevar esta tendencia hasta las últimas consecuencias, y para darle salida a su vertiente más rockera gótica, montó un proyecto paralelo llamado Lucyfire, que hasta la fecha ha editado sólo un disco ("This Dollar Saved My Life at Whitehorse", del año 2001). Que pasó incluso con menos gloria que la tríada gótica de Tiamat.
A partir del 2003, en que fue lanzado "Prey", Tiamat quedó en suspenso, sin que se supiera a ciencia cierta qué había ocurrido con la banda. Regresaron el año 2008 con el disco "Amanethes", el cual significó un profundo regreso de Tiamat a sus raíces más metaleras, siendo el disco más pesado suyo desde "Wildhoney" en 1994. Puede considerarse "Amanethes" como un disco de madurez, en que el temprano legado Doom Metal de la banda encontró por fin un equilibrio con las tendencias más sicodélicas y góticas posteriores. El disco es irregular y a ratos un poco excesivo, pero muestra a las claras su intención de mantenerse como una banda significativa, lográndolo. Porque a pesar de todos sus bandazos, la fórmula de Tiamat ha resultado ser única, y eso les ha garantizado una longevidad superior a las dos décadas.
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