Para los no enterados, Avantasia no es exactamente el nombre de una banda, sino el supermegahiperproyecto musical de Tobias Sammet, la columna vertebral que sostiene a Edguy. Para los fanáticos del Power Metal con letras acerca de guerreros de viriles pectorales luchando contra las criaturas del mal con sus espadas de acero refulgiente en nombre del Bien y la Justicia, este dato debería decir algo. Para el resto, bueno... Quién sabe. Pero entrando en materia, el disco estreno de Avantasia que es "The Metal Opera" trata de llevar el concepto de Power Metal un poco más lejos, y ofrecer justamente lo que el título dice, o sea, una ópera power metal. La gran pregunta es... ¿lo consigue?
Frente a eso, la respuesta depende del punto de vista y de lo que se espera. Desde el punto de vista musical, el disco funciona más o menos bien. Es Power Metal tradicional, con buenas canciones e instrumentaciones, más los infalibles vocalistas cantando tres octavas más alto que el resto de los mortales. Si eres un metalero casual o un powermetalero que te acercas por primera vez sin tener mayores ideas de qué vas a encontrar, "The Metal Opera" debería funcionar razonablemente bien, sin aspavientos, pero tampoco sin puntos flacos ni debilidades.
El problema empieza cuando te das cuenta de que esto no pretende ser un disco de Power Metal, sino EL disco de Power Metal para acabar con todos los discos de Power Metal. Porque resulta que se trata de un disco conceptual que a través de sus canciones va contando una historia a través de distintos personajes. No es que sea una ópera en el sentido estricto del término, con arias y duetos y etcétera, aunque algo de eso hay. De hecho, cada canción puede ser escuchada de manera independiente, y no se pierde demasiado con ello, al revés de una ópera tradicional a lo Verdi o Wagner, que sus arias pueden funcionar en solitario, pero tienen mucho más sentido como parte de una estructura musical mayor que las abarca a todas. Y es algo tan grande que se necesitaron DOS discos en vez de sólo uno. Hubiera sido interesante que se hubiera publicado de una vez como un disco doble, pero imagino que eso hubiera conspirado contra las ventas. Recordemos que en 2001, el asunto de las descargas por Internet era todavía incipiente, y había esperanzas aún de cazar a los incautos en esos locales hoy moribundos llamados "tiendas de discos". (Por cierto, hay una edición doble de estas características, del 2008, con algún bonus track para metérselo doble a los que ya tenían el material original de todas maneras).
¿Por qué "The Metal Opera" no funciona más allá de ser un puñado de canciones más o menos interesantes de Power Metal? Simplemente por la falta de riesgo. El protagonista es un sacerdote del siglo XVII que, en conflicto con la Inquisición, y hasta aquí el asunto promete, encuentra el paso hacia un mundo fantástico llamado Avantasia, que está plagado a muerte por esas tinieblas que son la falta de originalidad: hay elfos y enanos y el mal lo amenaza todo... Sobre esta historia tan tópica, Tobias Sammet invitó a un buen puñado de vocalistas a que interpretaran cada personaje, y pocos no son, pero todos ellos de Power Metal, de manera que salvo para los oídos más perspicaces y entrenados con los gorgoritos de estos castratti, la diferencia cuando se pasa de un personaje a otro prácticamente se pierde. Súmesele una música que se niega a explotar los mejores aspectos de la historia (hay pasajes de la misma que pedían a gritos un tratamiento a lo Therion, otros a lo beauty-and-the-beast, y así sucesivamente), lo que le hubiera dado mucho más filo al concepto general. El único tema en donde de verdad puede sentirse que estamos frente a algo más que una canción, más que nada por el breve diálogo entre la Torre y el Papa, es justamente el último ("The Tower"), que para colmo termina en una situación ambigua que puede o no ser un final, porque quizás se pueda grabar una segunda parte, o quizás no... (al final se pudo, por supuesto).
Mi idea personal es que el alemán Tobias Sammet vio que los italianos de Rhapsody of Fire (Rhapsody a secas en esos años) se estaban forrando con su Saga de la Espalda Esmeralda, y decidió que no iba a ser humillado por los hijastros de Mussolini, de manera que trató de hacer lo mismo más grande, más espectacular... mortal y germánicamente serio... y se limitó a caer en los lugares comunes. Rhapsody hace lo mismo que Avantasia, pero un pasito mejor. Por lo mismo, es mejor ser prudente y escucharlo simplemente como un disco con un puñado de buenos músicos haciendo lo que mejor saben hacer. Ir un paso más allá y tragarse el cuento entero de Avantasia como la gran ópera conceptual del siglo XXI es suicidio.
VALORACIÓN:
1. "Prelude" – 1:11.
2. "Reach Out for the Light" – 6:33.
3. "Serpents in Paradise" – 6:16.
4. "Malleus Maleficarum" – 1:43
5. "Breaking Away" – 4:35.
6. "Farewell" – 6:33.
7. "The Glory of Rome" – 5:29.
8. "In Nomine Patris" – 1:04.
9. "Avantasia" – 5:32.
10. "A New Dimension" – 1:39.
11. "Inside" – 2:24.
12. "Sign of the Cross" – 6:26.
13. "The Tower" – 9:43.
No hay comentarios:
Publicar un comentario