SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA DE DEPECHE MODE.
Después del disco "Songs of Faith and Devotion", muchos consideraban, y no sin cierta razón, que Depeche Mode era una banda acabada. Su último disco podrá haber sido un esfuerzo heroico por esforzarse y madurar, pero...
...había sido recibido con bastante más frialdad que los anteriores "Music for the Masses" and "Violator". Los problemas internos de la banda también estaban pasando factura, ya que los problemas de David Gahan con la droga crecieron hasta el punto de casi despacharse luego de una sobredosis en un hotel de Los Angeles, a finales de mayo de 1996. Martin Gore por su parte se había hecho demasiado amigo de los líquidos espirituosos. Alan Wilder, cansado de todos estos problemas y complicaciones, sintiendo que llevaba un poco el peso de la banda encima suyo (en particular después del colapso nervioso de Andy Fletcher), decidió salirse de la banda. Mantenía un proyecto paralelo llamado Recoil, que a partir de entonces se convirtió en su trabajo principal.
En los ochentas, Depeche Mode había sacado un disco nuevo casi cada año, pero desde "Music for the Masses" (1987), "Violator" se había hecho esperar tres años (1990), y "Songs of Faith and Devotion" otros tres (1993). A partir de entonces, Depeche Mode sacaría nuevo disco cada cuatro años ("Ultra" en 1997, "Exciter" en 2001, "Playing the Angel" en 2005, "Sounds of the Universe" en 2009), lo que no haría sino incrementar la idea de que cada disco de Depeche Mode podría ser el último.
Esto fue particularmente agresivo en la secuencia de "Ultra" y "Exciter", sin lugar a dudas el punto más bajo en la carrera de Depeche Mode, desde un punto de vista musical al menos. Es cierto que "A Broken Frame", su segundo disco, es olvidable y de hecho está casi olvidado incluso por los fanáticos acérrimos, pero en esa época Depeche Mode estaba comenzando y se podía permitir mayor indulgencia o errores. En cambio, la sensación generalizada con "Ultra" en 1997 fue de desconcierto. No se puede decir que fuera un fracaso de ventas, en parte porque era el esperado regreso de Depeche Mode, pero es sintomático que en etapas sucesivas de Depeche Mode, este disco apenas sea revisitado en el material en vivo, que sacó dos singles ("Barrel of a Gun" e "It's Not Good"). El disco es producto del descenso a los infiernos que vivía David Gahan, cuya batalla con las drogas alcanzaba ya incluso el ámbito legal. El videoclip de "It's Not Good" es casi una autoparodia, con Depeche Mode disfrazado como una banda de mal gusto en horas bajas, tratando de impresionar a una audiencia que no responde.
Quizás con cierto espíritu premonitorio, Depeche Mode sacó su segunda colección de singles: si el primero cubría los años 1981 a 1985, éste cubriría el período 1986-1998, más un bonus track bastante más decente que el disco "Ultra" en su conjunto ("Only When I Lose Myself"). En 2001 vendría el disco "Exciter", sin lugar a dudas el más doloroso y aburrido de toda la carrera musical de la banda, casi un disco de compromiso para mantener a la banda en vigencia a cuatro años de su último material. Con "Exciter", no era demasiado pesimista considerar que Depeche Mode era una banda acabada, que ya nada tenía que decir, a la saga de todo lo que se tejía en materia electrónica en vez de ser vanguardistas como una década o una década y media atrás.
En ese panorama fue que reventó "Playing the Angel". El disco del año 2005 es el mejor trabajo de Depeche Mode desde los tiempos de "Songs of Faith and Devotion" o quizás "Violator", casi década y media antes. La fórmula musical para el regreso fue simple: dejar de lado la fallida experimentación electrónica de los dos últimos discos para centrarse en algo tan importante y básico como el componer una buena canción. El disco no sólo los trajo de regreso a las pistas con éxito total, sino que le sacaron como partido el estupendo DVD "Touring the Angel: Live in Milan". A diferencia de otros DVDs de la banda, y un poco reconciliándose con su pasado, Depeche Mode incluyó acá material de casi toda su trayectoria, exceptuando significativamente sus primeros discos (aunque no falta el emblemático "Just Can't Get Enough" o "Everything Counts") y la etapa del "Exciter" (del "Ultra" sólo hay un tema que no es un single, a saber, "Home").
¿Golpe de suerte, o Depeche Mode regresaba otra vez a las pistas? "Sounds of the Universe" del 2009 confirmó que la opción es la segunda. En realidad, no se puede decir que ninguno de los dos discos sea pionero en lo suyo, o que vayan a ser tan influyentes como toda la generación de música electrónica de veinte años después que recibió su etapa clásica en la lactancia junto con la leche materna, pero sí tienen un valor igual de importante: el sello propio de una banda con un estilo propio. No es que sean vanguardistas, es que construyen su propio camino en paralelo a todo el resto de la música contemporánea. Puede que tengan un filo a veces "adulto contemporáneo", lo que es explicable porque en el 2009 los miembros de la banda rondan todos la cincuentena (a alcanzarla en 2011 y 2012), pero tampoco pierden la vocación por hacer música atrevida, o por crear atmósferas con sus instrumentos electrónicos. Si Depeche Mode no hubiera grabado nada más en su carrera que "Playing the Angel" y "Sounds of the Universe", es poco probable que fueran el mastodonte musical que son ahora, pero sí que serían una banda de peso y a tener en cuenta. No es poco.
Y FIN... POR AHORA.
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