¿Qué de bueno puede esperarse, si hablamos de un disco de canciones mascachicles lanzado por una antigua actriz porno tratando de reconvertirse en estrella mainstrem? La respuesta, si hablamos de "1000 Fires", es...
...que quizás no mucho desde lo que se entiende por calidad musical, pero desde el punto de vista de la diversión, puede llegar a nacer un gran disco.
En 1995, Traci Lords llevaba casi una década retirada del porno, desde el gran escándalo que se suscitó cuando alguien (ella misma, según algunas malas lenguas) denunció que todo el porno que había grabado, lo había rodado siendo menor de edad. El problema es que eso la dejó sin trabajo, como no fuera algún ocasional cameo en películas comerciales, o sea, sin (muchos) desnudos. De manera que, buscando nuevos horizontes, se abocó a la tarea de lanzar un disco de música dance para tomarse las discotecas por asalto. El resultado fue discutible: se llevó algún par de exitazos en su tiempo, pero éstos quedaron en el pasado con rapidez, y el disco se transformó en un gran olvidado de los 90s.
Y sin embargo, revisitando el disco desde la posteridad, resulta que es un excelente material electrónico. Algo debió tener que ver el hecho de que fue producido por Juno Reactor, y uno puede preguntase hasta qué punto Traci Lords tuvo injerencia en la composición o mezcla de los materiales. Quizás estemos frente a un disco de Juno Reactor con Traci Lords como cantante invitada. Pero eso qué importa, si el resultado a fin de cuentas es bueno. El primer tema y más conocido ("Control"), en una versión extendida de siete minutos, ya que la versión comercial del videoclip sólo puede encontrarse en el single homónimo, resulta engañador. Es obvio que está puesto de cabecera para prometernos un disco lleno de poder y energía. Pero después de tranquilizarnos un poco con "Fallen Angel", también single, el disco corre por otros lares.
En general, el disco es bastante tranquilo y atmosférico, sin que esto llegue a transformarse en aburrimiento o sopor en ningún minuto. El único momento en que se salta sus propias reglas y adquiere un segundo tiro de adrenalina, es con "Outlaw Lover". Traci Lords no suena como una cantante de talento especial, pero tampoco como una aficionada jugando con su karaoke, lo que está bien. "Father's Field" resulta particularmente escalofriante, ya que siendo en lo musical muy tranquila, relajada y atmosférica, casi New Age diríamos, la letra describe los recuerdos de la chica siendo llevada al campo por su padre para que éste pueda, digamos, satisfacerse con ella. Y el disco se cierra con "Okey Dokey", en donde Traci Lords imita en algún segmento y en clave de burla el estilo augusto y señorial de las estrellas de Hollywood recibiendo un Oscar. Viniendo de una antigua actriz porno, la burla es enorme aquí, porque bien mirado, ¿en qué se diferencian en lo profesional una ganadora del Oscar por fingir un papel aguerrido, y una actriz porno que finge un papel con guarreríadas?
En resumen, este no es un disco que va a pasar a la historia como gran música, ni por descontado. Pero a punta de una buena producción, algunas buenas ideas, y un ánimo generalizado de no tomarse excesivamente en serio, se transforma en una excelente adición para una discoteca electrónica de los 90s.
VALORACIÓN:
LISTADO DE TEMAS:
1. "Control" – 7:10.
2. "Fallen Angel" – 4:58.
3. "Good-N-Evil" – 6:29.
4. "Fly" – 4:08.
5. "Distant Land" – 7:07.
6. "Outlaw Lover" – 3:58.
7. "I Want You" – 6:00.
8. "Say Something" – 4:07.
9. "Father's Field" – 5:41.
10. "Okey Dokey" – 6:43.
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